Para determinar el limite o separación entre generaciones muy alejadas de nosotros Ortega propone buscar un gran ámbito histórico, un hecho epocal dentro del cual se haya producido un cambio que sea radical, evidente, su generación decisiva y sus hombres representativos.
Si buscamos en nuestro pretérito un hecho épocal, hemos de partir del movimiento de mayo. Con la revolución de mayo se inicia la pedagogía argentina. Con ella se inicia la nación misma. Desde 1810, al aparecer el movimiento de mayo, fue la culminación de un lento proceso que se había venido gestando desde la segunda mitad del s XVlll. Pero la revolución no fue empero un simple cambio de autoridades: a partir de 1810 se proclaman con fervor los ideales y los derechos de una nueva nación. La influencia de las ideas liberales foráneas dinamizaron en gran medida la acción de los hombres de mayo. Las raíces ideológicas del movimiento emancipador son hispánicas e indianas.
Es indudable que la revolución de mayo es el “hecho trascendente” que marca la iniciación de la serie de generaciones argentinas. A partir del movimiento de mayo se fue fortaleciendo el sentimiento de amor a la patria. Existía en la mayoría del pueblo la conciencia de la necesidad de la revolución emancipadora. Resulta evidente que nuestra gesta emancipadora no hubiera sido posible sin el consenso popular. Pero las decisiones definitorias partieron de la elite dirigente. La aspiración nacional del movimiento revolucionario contó decididamente con el apoyo y consentimiento de las provincias integrantes del virreynato.
No hemos de suponer que nuestra emancipación política entrañara nuestra total emaciación cultural y educacional ni que implicara el advenimiento de un mundo completamente nuevo, desarraigado de todo vinculo anterior. Para comprender la evolución de la historia de la educación y la pedagogía argentinas es preciso partir de las ideas educacionales de la época colonial y tener en cuenta asimismo todos aquellos factores sociales, culturales, económicos, geográficos y políticos que operaron en el desenvolvimiento del país como causa interna, además de las características y limitaciones surgidas como consecuencia de la dependencia política, económica y cultural con la metrópoli.
Los hombres que interactúan en el movimiento de mayo y se destacan en el quehacer educacional, nacen aproximadamente entre 1750 y 1778. Pero coexisten dos generaciones pedagógicas reinantes, una en pleno periodo de predominio o gestión, que es la exponente de la fuerza moderadora dentro del movimiento emancipador, representada, entre otros hombres, por el Dean Funes (1749-1829) y hasta por el mismo Manuel Belgrano (1770-1820, la otra representa el grupo de vanguardia, con la mirada dirigida fundamentalmente hacia el futuro del país y con el designio férreo de romper abierta y drásticamente con todos los lazos que nos unían a España. Se distinguen por hombres que colocan al estado como creador de la nación.
Mario Moreno (1778-1811) es la figura mas representativa de esta generación pedagógica de vanguardia.
Fray Francisco de Paula Castañeda, quien se encuentra mas cerca de la primera generación antes citada, consideraba que nuestra realidad sociocultural no podría ser transformada por la sola acción de una decidida voluntad política y de una adecuada legislación a estos efectos. Supo defender que los triunfos de las armas serian efímeros sin la consolidación de la educación popular.
El canónigo Juan Ignacio Gorriti (1776-1842) desempeño una actuación educacional notoria con la convicción de que la consolidación de las incipientes instituciones republicanas exigiría que mediante el poder de la educación fueran extirpadas la ignorancia y la corrupción, agentes productores de la anarquía social.
El Dean Funes (1749-1829) como rector de la universidad de Córdoba, presenta un nuevo proyecto en 1813 para la universidad de Córdoba como un hombre comprometido frente a las ideas renovadoras de la época.
Juan Martín de Pueyrredón (1777-1850) fue paladín de las nuevas ideas. Durante su directorio se crea el colegio de la unión de Sud.
No puede omitirse el ideario del libertador. El general José de San Martín (1778-1850) no limito su acción al campo militar y político en su gloriosa gesta por la emancipación americana. Mientras lleva a cabo en Cuyo una campaña considerando a la educación del pueblo como “el fundamento de la libertad”.
Lo realmente trascendente en la gesta de mayo en el ámbito pedagógico, fue la irrupción de nuevos ideales de vida, que se tradujeron en una nueva concepción educacional que paso a constituirse en el fundamento de la nueva organización política democrática de la nación.
Las ideas iluministas llegaron al Río de
El nuevo pensar pedagógico de la etapa colonial de fines del sXVlll, en el Río de
Juan José de Vertiz, durante su virreynato (1778-84) encarno el espíritu del movimiento liberal español de esa época, entre las cuales se destaca la creación la creación del real colegio Convictorio Carolino. El talentoso canónigo y educador doctor Juan Baltazar Maziel (1727-1801) continuo, una vez fundado el colegio, como cancelario. Juan Probst llama con razón al Dr. Maziel “El maestro de la generación de mayo”
Manuel Belgrano (1770-1820). Estudio en el colegio de San Carlos. Siguió estudios de derecho en la universidad de Salamanca, residió durante algún tiempo en Madrid. Regreso a estas tierras como secretario del consulado de Buenos Aires.
El contacto directo de Belgrano en la península con las ideas enciclopedistas y de los fisiócratas, sus numerosos proyectos sobre creación de escuelas de enseñanzas practicas especializadas, su profunda fe en el poder de la educación popular y su constante predica a favor de la educación de la mujer, lo muestran como uno de los pedagogos mas descollantes de la generación de 1810. Frutos de los proyectos propuestos en su celebre “memoria” del año 1796 fueron la academia de dibujo y la academia de náutica.
Producida la revolución de mayo, se convierte Belgrano en el propulsor incansable de las escuelas en la primera época independiente. Constituida la primera junta de gobierno, se creo la escuela de matemáticas.
Manuel Belgrano proporciono a la revolución un programa concreto para la política educacional de la incipiente nación.
En una época en que seguían imperando la disciplina rígida y autoritaria y los castigos corporales, Belgrano aconseja a los maestros que procuren con su conducta y ejemplo incitar y conducir a sus alumnos hacia la virtud y el trabajo y alejarlos del vicio y del lujo. Pone de relieve la necesidad de suavizar la disciplina y de formar en los educandos “un espíritu nacional que les haga preferir el bien público y estimar en mas la calidad de americano que la de extranjero”.
Mariano Moreno (1778-1811), difusor de las ideas del libre cambio, el puerto libre y las doctrinas de los fisiócratas, como secretario de la primera junta de gobierno se preocupo por impulsar la educación popular como medio primordial para consolidar el nuevo orden político. El objetivo de la revolución era el nuevo estado. La formación de la conciencia nacional era un problema de voluntad política. La revolución habría de crear el “estado perfecto” a la manera roussoniana.
La educación era la encargada de elevar al pueblo para que adquiriese el grado de conciencia política necesaria para el logro de los resultados buscados.
Brego para que los hombres siguieran el camino del aprendizaje de la libertad, la libertad responsable. Se preocupo fervientemente por destacar la trascendencia y la necesidad practica del aprendizaje de las matemáticas y de las ciencias naturales.
Moreno encarna el símbolo fervoroso de la revolución emancipadora. Simboliza la juventud de las ideas y de la acción, en la historia argentina de todos los tiempos.
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ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarMuy interesante!
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